domingo, 21 de junio de 2009

Terreno abandonado por la ventana de mi hotel

Escucho una de mis piezas favoritas: "la muerte de Ase", de "Peer Gynt", de Edward Grieg. Suenan los violines irrumpiendo con su amor melodioso, y sus hermanos de cuerdas, la madera, el barniz, también vienen a mi mente, Stradivarius quizás, el atisbo de una marea evocada, un atardecer en altamar, la catedral de la plaza de armas de Lima desierta un domingo a las siete de la mañana, una mañana gris, melancólicamente gris y nublada... Vienen a mi mente de pronto... Vienen a mi mente.
Mi ansia nunca cesa. Mi sed nunca aplaca. Nunca deja el Sol de mojarme su calor. La lluvia de quemarme sus gotas. Nunca muere mi silencio en medio del bullicio aletargante. Nunca me quedo dormido. No es el blanco mental ni el negro del cielo ni el mar. Es el hueco en el suelo sin planta verde que regar de un transeúnte que vi paseando nomás.
Ya no recuerdo a Ase muriendo. Hay un gris cercano por la ventana de mi hotel. Me he quedado pensando. Ese terreno abandonado al frente albergó vida, familias, hogares, lágrimas. Hoy es sólo poesía derruída y hay un loco que duerme oculto en ella, cada noche, a la intemperie, bajo las estrellas. Yo lo miro. El me mira. Los dos miramos las estrellas.

2 comentarios:

Aioria90 Germán Cappio dijo...

Muy lindo, Saludos.

JOSE CUERVO dijo...

que tal aioria. gracias por el comentario. saludos tambien.