jueves, 26 de febrero de 2009

Muerte de la belleza


¿Por qué se apaga el canto del fusil?
¿Por qué ya no dispara ràfagas de metralla al corazòn el piano, el violín?
¿Por qué habrá de llenarse de polvo del suelo el pecho asmático
y manar sangre de la boca, versada fuente de ideales y bondades?

¿Por qué habrá de llenarse de polvo
el dibujo ilusorio del sueño,
el amor apasionado y entregado,
la ilusión de uno de los mejores seres humanos?

Golpea la marea del viento
el rostro cubierto por franela
de un ángel de corazón muerto
de un hombre con alas blancas y ensuciadas
por la traición del asma, la bala , el miedo y la ignorancia del campesino
por la desilusión,
o la fiebre reumática, o por otro asesino huidizo y blanco...
atormentado, sensible,
él mismo.

Golpea la lluvia inclemente el rostro descubierto
mirando al cielo
mirando a Dios lloviendo, besándolo en el último momento con sus lágrimas de Cielo
Cae la cal sobre el rostro del ángel,
entre tantos rostros comunes y corrientes
y las gotas de lluvia limpian,
cual besos del Señor,
la cal y la afrenta, la sangre vertida de la belleza...

Pero nada limpia el sueño enamorado
de un futuro mejor
de un mañana solidario
de las manos juntas de mil hermanos
que juntos han luchado

Pero nada limpia el amor apasionado
la ilusión, la causa ni la voz de uno de los mejores seres humanos
de la faz de la Tierra
de la faz de la historia
de Latinoamérica, de Europa, ni de mi corazón.

Muere la belleza excelsa,
en una quebrada sucia y polvorienta de Bolivia
en una fosa común de Viena
en el fondo del nudo de mi garganta, que aún más aprieta.

Muere en el fondo de mi corazón
la belleza excelsa.
Se detiene la sangre
se detienen las notas
se detienen las balas
la tinta en las páginas rotas
se detienen el cansancio y la lucha
y los mil pentagramas de mi mente
mas no mi ilusión, mas no mi esencia, jamás mi ser...

Se detienen las notas
se detienen las balas
y más allá
almuerzan los idiotas
y, por largo tiempo,
ya nada importa...
Ernesto ha muerto
al igual que murió Wolfgang.
Mi corazón se acongoja...
Mi corazón se acongoja...
y por un instante siento
que yo también he muerto...
hace tanto tiempo.

sábado, 21 de febrero de 2009

Mírame aquí (Jose Cuervo) y Lo olvidé (P. Suárez-Vertiz)


mirame aqui, en este link,
no soy yo
es pedro
pero si soy yo
soy jose
para liz.
http://www.youtube.com/watch?v=kTBrQf9nPIQ&feature=related
(ingrese al link obviamente, tras leer todo el poema)

mirame aqui, en este link,
por favor no dejes de entrar ahi
no soy yo
es otro hombre
y yo soy otro hombre
pero también el la perdió
pero también yo te perdí
el se dio cuenta
yo lo descubrí
tu de diste cuenta
yo morí desde ahi
desde entonces
nunca más fui feliz
no porque no pudiera
sino porque no quería
no quería
sin ti.

Mírame aqui
Mírame y escúchame en este link
que es de pedro
pero a la vez que habla de si
habla de mi
habla de ti
mi dulce,
mi eterna,
inevitable,
dulce liz.
http://www.youtube.com/watch?v=kTBrQf9nPIQ&feature=related
No existen técnicas para olvidar
ich muss rauchen
ich muss weinen
ich will weinen
so wie du
so wie du...

viernes, 20 de febrero de 2009

Ideas para poemas azules

tus manos
mis manos
noche extraña en el último cumpleaños de Paola
conocí a Claudia Rua,
detecto un mundo interno amplio en esa delgada persona
noche extraña en el último cumpleaños de Paola
Larcomar
llegar media hora antes
esperarte con una copa de tinto para mi y un café normal para ti
cubierto para que no se enfrie
me vas hablando por el celular mientras manejas....
ya estás por llegar
ya estás en la avenida tal
ya estás estacionando tu nube azul metálico claro
ya apareces...
desde lejos, sentado a la mesa más alejada del gentío,
en el Café Café,
te empiezo a buscar con la mirada
veo unas cuantas personas, un tumulto,
unas cincuenta o sesenta personas en mi campo visual.
Me toma sólo una pasada de mirada por el panorama
te descubro de inmediato,
fácilmente, a lo lejos, bajando la escalera, esbelta,
con tu caminar elegante y seguro
eres tú
no veo tus ojos
estás muy lejos
eres tú
no veo tu rostro, tus cabellos, tus labios mucho menos
estás muy lejos
eres tú...
no hay cuerpo, caminar, sombra, silueta ni contorno anatómico que tenga más clavados en la memoria
en el alma
en el tiempo que me llama desde el dia que te conocí
en el tiempo que me clama desde el dia que te hice llorar
noche extraña
noche extraña
me pongo de pie
me reconoces de inmediato, sonries de inmediato tambien a la distancia,
lo sé porque cambias tu incertidumbre por un rumbo que va directo a mis ojos
sonries y brilla el cielo nocturno
sonries
sonrio taciturno
estás hecha una leoparda
pantalón negro pintado sobre tus caderas y muslos... se acercan
blusa con motivos de piel de leopardo
escote veraniego
pechos que estiran la piel del felino
que son armas como las garras del leopardo
que son fuertes como el lamido de la madre leopardo
a su cachorro inocente, futuro asesino.

Entramos
llega Paola y Tony
nos presenta a Claudia
Me encuentro con Gianfranco
me alegro mucho con Gianfranco
viejo hermano
viejo hermano....
y la noche se va
extraña
feliz como tu danza mientras me sonries
mientras te robo un beso
mientras bailamos y me respondes el beso
mientras nos perdemos....
ya no hay pista de baile
ya no hay nadie
ya no hay música...
sólo tus labios
sólo mis labios
sólo nuestros pechos hablándose desde adentro
por dentro de los labios...
Noche extraña y alegre...
sonreí...
mucho... por tí...
y te vi sonreirme
te vi acomodarme tu ternura por sobre mis hombros, mis manos, mi cuello....
no entiendo
nos vemos felices...
nos dicen que se nos ve geniales juntos...
y después nos vamos
y cuando te dejè en tu casa...al irme caminando hacia la avenida...
no volteé
no volteé a mirarte
pero mi corazón sabía
que tu te me quedabas mirando desde tu ventana, como siempre,
hasta que me perdieras de vista.
Yo siempre volteba
y me hacías adiós con la mano
la oscuridad no lograba ocultar tu sonrisa
nunca
pero esa noche extraña me besaste
fui feliz como lo es alguien con tristeza y que la olvida por un instante
porque se va
porque llegas tu
porque haces luz de tus sonrisas y miradas
y llenas cada instante mio...
yo me fui
no volteé a mirarte
tu estabas en la ventana
lo sé
lo sé
lo sabes
no hacía falta
voltear a mirarte.

lunes, 16 de febrero de 2009

Santa María (Kaiser Roland)

Santa María
Insel die aus Träumen geboren
ich hab' meine Sinne verloren
in dem Fieber dass wie Feuer brennt.

Santa María
Nachts an deinen Schnee weissen Stränden
hielt ich ihre Jugend in den Händen,
Glück für das man keinen Namen kennt.

Sie war ein Kind der Sonne
schön wie ein erwachender Morgen
heiss war ihr stolzer Blick,
und tief in ihrem inner'n verborgen
brannte die Sehnsucht

Santa María
den Schritt zu wagen , Santa María,
von Mädchen bis zur Frau.

Santa María
Insel die aus Träumen geboren
ich hab' meine Sinne verloren
in dem Fieber dass wie feuer brennt.

Santa María
ihre Wildheit liess mich erleben,
mit ihr auf bunten Flägeln entschweben
in ein fernes, unbekanntes Land.

Wehrlos trieb ich dahin
im Zauber ihres Lächelns gefangen.
Doch als der Tag erwacht', sah ich die Tränen auf ihren Wangen
Morgen hiess Abschied.

Santa María, und meine Heimat
Santa María, war so unendlich weit...
Santa María, Insel die aus Träumen geboren,
ich hab' meine Sinne verloren
in dem Fieber dass wie Feuer brennt.

Santa María
niemals mehr hab' ich so empfunden,
wie im Rausch der nächtlichen Stunden,
die Erinn'rung,
sie wird nie vergeh'n.

(versión alemana de la canción italiana Santa María por Oliver Onions)

lunes

Podríamos estar el lunes
si lloviera.
El lunes, si lloviera, yo te abrazaría
si quisieras.
Te protegería del frío,
yo te daría mi amor
te daría mi abrigo
todo mi calor
si quisieras el lunes
si este lunes
tu estuvieras conmigo.
Y si ya nunca saliera el Sol
yo igual te querría
te daría mi amor toda la vida
te haría muchas razones para que rieras
te calentaría con besos de pasión eterna
mi amor en la oscuridad, con mi sonrisa,
de tu corazón sería tu linterna.

Podríamos estar el lunes
si lloviera
si quisieras
si lloviera
si me quisieras.

Escape


Ángeles oscuros vuelan
majestuosos y rojizos
sobre la hoguera que he hecho
con carbón y cerillos.

A cada bocanada de sutil cansancio se acercan más a las llamas
para enredarse entre las lianas
que yo les arrojo
para que bajen.

Si este viento arrollador y malnacido,
que todo lo arrastra
que todo lo vuelve perdido,
no llega a tocarme aquí,
dentro de la cueva mía y del frío,
no será pues entonces él
quien se lleve estos ángeles huidos
de oscuridades aledañas.

Y yo aquí sentado
entre mis propias llamas
ya puedo decir que ostento
mi negrura propia y malsana
mi soledad
mi extraño nirvana.

Antes que se borre el último punto de luz
en ese lejano horizonte
yo ya seré para siempre
la piedra buscada
la imagen labrada
por la casualidad y la erosión
en algún lejano y perdido monte.

Me voy por siempre
adonde no puedes ni siquiera tú seguirme.
Me voy aprisa
por esta endeble cornisa
donde los actos de mi malvada conciencia
no pueden hacerte más daño
aunque yo mismo lo quiera.

Yo ví un cuerpo de mujer
desnudo y petrificado
El agua corría por los senos eternos
el aire besaba sus labios amados
Yo la quería tener
cuidarla y amarla,
nunca dejarla de querer,
pero nunca quise hacerle daño.
Ella era buena y hermosa...
Yo era un ser inhumano.

domingo, 15 de febrero de 2009

Perdido


Hoy es un dia en el que las palabras calmadas de un discreto pensamiento tampoco alivian el dolor del vacio ni dan quietud suficiente que me saque del estupor, tras haber caido en el momento sin tiempo... fuera de éste. Saltan las estrellas al cielo de un dia que sólo lleva tres horas de duración, cuando empiezo a caer por el laberinto vertical de toda una noche embrujada, misteriosamente calmada, donde la ley de la gravedad parece no aplicarse, donde la ley de las probabilidades es un abanico que se reduce a mil quintas lunas, todas con el mismo rostro, el rostro de la quinta luna que me persigue desde aquella vez... aquella vez... esa vez...

Unos tantos extractos de inolvidables melodías sobrevuelan el pequeño punto que carece de latitud y longitud, ergo, cartográficamente irrepresentable. No venden mapas de mi mente. No hay guía de calles para perdidos dementes. Paso volando. Soy un ser alado, negro y azulado, un cuervo solitario... voy pensando. Cada cuanto escucho voces a lo lejos, todas son las voces de ella... se manifiestan como pequeñas luces sonoras, cual estrellas que representan sonidos provenientes del mundo exterior, que por su intensidad ingresan a mi mundo interior, a traves de la pared de mi mente. Veo aquellos puntos brillando en medio del devastador paisaje, el cuadro solitario que puebla mi mente. En estos aires dirigidos por el viento muerto la levedad del cuerpo, al percibirse la ausencia del suelo, es una sensación verdadera con sabor a mentira. No encuentro aqui bendición ni maldición, santidad ni malignidad. Ciertamente no hay felicidad en las flores de girasol, pero tampoco miseria ni desdicha en la sombra de los geranios nocturnos. No hay nadie, pero tampoco soledad. Sólo una pequeña y vaga idea de que todo ha quedado inconcluso, pero que, eso, ya no tiene la menor importancia.

Blanca paloma


Aire tibio de blanca paloma
exhalas en mis palmas asi
tu último delirio hermoso
un leve suspiro maravilloso.
Dime si no es un mal sueño
o en verdad te estás muriendo.
Dime... ¿Te estás muriendo?
Porque hoy no abriste las alas
pero al cielo te estás yendo.

En mi nube yo te espero
Mira! En ésa!
Pequeña ave de pequeño sueño
cuando emprendas tu último viaje
te digo... yo te espero
en nuestro eterno paraje
para volver a acariciar el blanco
de tu suave, suave plumaje.

Mi dulce paloma tu eres blanca en tu alma
Yo un negro cuervo con tu blanco por dentro
y si tu te vas yo me muero
para seguirte por el cielo entero.

Mueres entonces mi blanca paloma
mas no desesperes
mas no sientas miedo
pues entre tu y yo
apenas habrá un cielo
insignificantemente inmenso
invisiblemente estrecho
transparentemente eterno
e igual, con todo, lo cruzaremos,
e iremos a nuestro encuentro.
Vuela ahora mi alma paloma
vuela ahora mi piel de canela
vuela libre
mientras te beso

¿Dónde esta Kareen?


Ayer estuve con ella
Ayer en un sueño
a la hora de las estrellas.
Apareció de pronto
y me quedé con ella.
Estaba haciendo frío
Estábamos en el tejado
Mirábamos al vacío
conversando del pasado
sonriéndole al camino amigo
desafiando al llegar de los años
al tiempo que nos íbamos contando
las historias de nuestros antepasados
la búsqueda de nuestras identidades
el ansia de causas y de filosofía
de trascendencia mundial, ecológica,
existencial y de solidaridad.

Esa vez, en el sueño de ayer,
veníamos de nuevo
a cruzar palabras de soles humanos
de poetas urbanos
del Ché y los hippies
y de todo lo que nos hacía pensar deep
y de todo lo que nos hacía reir free
celebrando viejas anécdotas del pasado.
¿A dónde te fuiste?
¿Qué dia sin despedirte?
¿Por qué estábas triste?
Tenías el semblante mojado de rocio de madrugada
pero eran apenas las seis de la tarde
y en tu casa ya de ti no sabían nada...
Yo te llamé.
Dime... ¿Qué te apenaba?
¿Què te atribulaba?
¿Por qué no me dijiste?

Recuerdo esa ropa que llevas
Recuerdo ese semblante que aún vistes
Hace frío, hoy, como siempre.
Hay un latido leve en el cielo
lejano y celeste.
"Las cosas son pasajeras" - me dijiste -
"la amistad se siente siempre".
Tus cabellos son ahora más frágiles,
tu apacible mirada verde sigue profunda
como tu hondo pecho.

Dime qué viviste
de dónde vuelves
¿Encontraste en los andes la nieve de tu alma?
Espero que si.
Dime qué sentiste cuando el mundo se hizo triste,
cuando el Sol se puso pálido
cuando el cielo se tornó lluvioso y las veredas vacias y grises
Dime... cuando se secó la tierra...
y en el desierto nuevo se secó la tinta de los poemas
¿Dónde estábas que no llamabas
para ir a acompañarte?

El invierno va llegando
y tú tan débilmente abrigada
me miras profundamente
conversándome desde el alma cansada.
Sabes que estoy triste, asi,
como tú también lo estabas.
Anoche que viniste
recorde que ya no estabas.
Quería volverte a ver
Quería poder hablarte
Estar tranquilos como ayer
cuando no hacía tanto frío
escuchábamos cantar a los pájaros invisibles
y nos hacíamos un cigarrillo mágico
sonriendo un poco
hablando en voz baja
callando en voz alta.

Hoy te recordé
Ayer te soñé
Pero no puedo irte a ver
No sé dónde buscarte
Dónde estás en las tardes
Dónde estás
Dónde estás
Kareen
mi amiga de antes.

No son horas (Andrés Calamaro)


Si te dicen que caí,
y es verdad,
y es es verdad...
no sientas ni un segundo más de lástima por mí
que me voy a levantar
y si te falta una imagen quiero que me recuerdes así
con el viento en las velas.

Si te dicen que duermo de dia
es verdad,
y es verdad.
No te olvides que soy grande
porque tengo multitudes que me esperan afuera.
Y si te faltó ternura o la vida te hizo dura
quiero que me perdones.

No tengo los pies en la tierra,
me perdí la realidad,
me olvidé de los amigos,
me olvidé de los demás.
Reconozco haber perdido sintonía alguna vez
pero no te dejé de querer.
Sigo siendo un varón tierno que quiere seguir de pie
pero te espero.

No son horas de reirse
no son horas de olvidar
Hiciste lo que quisiste de verdad.
No sientas ni un segundo más de lástima por mi
que me voy a levantar.
Y si te falta una imagen quiero que me recuerdes así
con el viento en las velas.

Te dicen que duermo de día
y es verdad,
es verdad
No te olvides que soy grande
porque tengo multitudes que me esperan afuera.

Soledad

Aires cargados de melancólicos silencios ingresan por la ventana de la nada
buscando, quién sabe,
si mitigar o alimentar
estas llamas heladas, estas lenguas de fuego azul,
que consumen, desde dentro,
las fibras mansas de mis sentimientos
las mareas verdes de caña al viento de los campos de mi alma.

El instante mismo de la explosión de mi llanto interno
se confunde entre el bullicio y la consternación
de mis gritos inaudibles
y no poseo más
esa extraña y dulce paz
que vivía en mi subconciencia.
Me cautiva la sensación
de desconocida procedencia
que me hace callar
y, aún así, me obsequia
con la calma de los habladores
despues de orar interminables oraciones
y me cansa la apreciación de un dia gris y lluvioso
que se muestra cual canción
ante la soledad de mi mansión de Chama...

No hablo de la casa blanca de Chama...
sino de la casa blanca de mi alma,
oculta en la bruma del parque,
frente a la casa blanca de Chama.
Habito yo solo
este cuartito humeante y pensado
albergue de mi pasado
donde abandono el cuerpo a mi futuro
y se pierde la mente presente y errante
al deambular bajo el Sol
por praderas en flor
más aún así, en soledad
más aún así, en soledad.

El espía


Soy el espía
en la comarca de tu sueño
Soy el que te observa y protege
el que se esmera
el que tu sueño vela
cuando te miro quedándote tranquila
llenándote de silencio
juntando tus manos de ángel
sus palmas vespertinas.

Yo soy el espía
en la comarca de tu sueño
soy el que te observa
cuando te quedas en silencio
cuando sólo se oyen en la noche
las gotas rítmicas del agua
al caer en tu tina vacía
oscura y vacía.
Soy el oculto pasajero
en la vía de tu anhelo
en la esencia de tu ensueño
Soy muy cauto
soy muy sereno
soy el vigía
que cuida tu pueblo
lleno de alegría, guardando tu secreto.

Soy el mesías
de una sola creación
de una sola plegaria
aquella de tu corazón.
Yo vine a cuidarte
yo vine a darte mi amor
yo vine a solucionarte
la parte de la soledad
el asunto de la certeza
el tema de la felicidad
y cada hueco inmenso
que consume tu corazón.

Soy la vitalidad palpitante que nace de tus senos
Soy un espía errante en la bóveda de tus sentimientos
soy muy cauto
soy sereno
soy muy malo
soy muy bueno
soy cuanto soy
pero sobretodo te quiero.

Soy un espía
en los caminos del alma
no es mi chamba
asi me hicieron.

Soy un espía
que va más allá del cuerpo
la piel es sólo el papel de regalo
tu eres mi primordial sentimiento.
Son las noches mi guarida
y es mi cuerpo tendido sobre la cama
mi perfecta coartada.

Es el viento mi testigo
como el silencio mi tonada
y por las noches yo te visito
escuchando tus suspiros sin sonido
retumbando al alba.

Mientras manejas sola
tu nave de claro azul metal
desde entonces yo ya estoy contigo,
acompañándote,
viéndote seria, sonriente, triste
desde que sales del silencio matutino
hasta que vuelves a la cama cansada.

No imaginas que te acompaño
noche tras noche
dia tras dia
mi alma enamorada
contigo en la almohada.

Yo y el sentir pero sin el objeto ni de mi ni de él

Amor impaciente y ansioso
amor anhelante y perdido
amor que sigue adelante
aunque todos le traben las piernas

Amor que resiste con aguante
que no me deja que me plante
que no me deja
asi me duerma
asi tu te duermas...

Amor,
amor impaciente y solitario
mi sentimiento escondido
en pleno centro del campo
pelándose de frío.

Amor oculto
en el medio del llano
contando hojitas de pasto
en el pasto del olvido.

Amor que se echa pecho a tierra
buscando el calor que del Sol queda
pegando el rostro al asfalto
latiendo lleno de emoción canela mi corazón gitano
latiendo lleno de ilusión morena mi sentimiento huérfano
latiendo lleno de tantas cosas hermosas
amor oculto
como mis manos
a lo lejos suena Negrita
la canción de Calamaro
yo no puedo ni escucharlo.

Amor
tu te vas...
Yo también.

Amor eterno, siniestro ser estrellado
amor sincero, honesto ángel malcriado
hoy por tí no me queda más que acompañarte en tu vacío
acompañarte si
amor precioso, "tesoro" ser mio
llevándote a todas partes
como un sentimiento impío
que sin embargo ha de ser sentido, cuidado, protegido
si no,
sin piedad lo asesinaría el viento
o quizás las propias manos de ella
sus miradas ensangrentadas de lágrimas
o las burlas de los indiferentes
o alguno de los tantos enemigos
que hacen cola para acabar conmigo y contigo.
Pero no te preocupes mi amor impaciente
mi pecho es de acero
mis manos cuchillas
al aire batientes.

Amor impaciente
mi sentimiento escondido
hoy por ti no me queda más
que acompañaarte en tu vacío.

Te diré que comprendo
tu tristeza y tu desesperanza
tu desilusión, tu añoranza
pues no he visto tampoco hoy yo
a quien me ha dejado pegado a este sentimiento
pensado en ella
pegado a a ti
en quien pienso y a quien escribo
mi sentimiento perdido
sin remedio
sin sentido.

Me he quedado sólo entonces contigo mi amor
mi verso sentido
mi alma de poema
mi espíritu latido
y me voy por todas partes
y me voy a todos lados
contigo adentro
contigo al centro
por cada cuarto que invado
por cada acera que camino
mis pasos van contigo
mientras te hablo en silencio...

Amor solitario
mi sentir aguerrido
te vas por las callles
que para ti imagino.

miércoles, 11 de febrero de 2009

La Azul

¿Por qué serás tan azul?
Hay dias en que no pasa nadie
no se asoma ni siquiera una hoja que traiga el viento
no se escucha a la distancia
ni el canto desesperado
de algún pájaro extraviado o agotado...
Y tú estás allí en soledad
como siempre has estado.
Y no hablas, no lloras, no cantas, no gritas, no gruñes
Sólo estás allí callada y sin moverte.
Pero siempre estás tranquila
pues el Sol brilla
la brisa te acaricia
y tú pensando...
¿En qué piensas?
¿Recuerdas el mundo en sus inicios?
¿Añoras tus antiguos dominios?
¿Duermes en realidad?
¿Te molestan las heridas que te hacemos los hombres?
En los labios de tus playas, en el interior de tu ser...
¿Es que siempre serás tan azul?

El charco


Un rostro con agua;
agua.
Si llueve se forma en la vereda un charco tan dulce
cristalino, bueno...
transparente
inocente.

Yo lo conozco.
Cuando está seco su pozo
lo extraño.
Cuando lo encuentro de nuevo
me alegro.
Bajo la lluvia lo miro.

Se mueve, sonríe.
Me recuerda las lágrimas a veces
y por malo no me quedo a su lado más tiempo

No soy tan bueno con él como debiera
y me voy...
sabiendo que se queda solito
sin nadie que venga a acompañarlo.

Suave Julieta

Julieta es hermosa y tan dulce
se la ve callada y pensativa
¿Quién será?

Su mirada se dirige a un punto distante y misterioso
Sus cabellos delgados y lacios caen ordenados en conjunto
y suaves las puntas se le pierden
en la brisa que se desliza también suave
entre los suaves contornos de los hombros
y el borde de la tarde suave
y el borde de la tarde suave.

Julieta es hermosa y cautivante
la veo en silencio y tan suave
la veo sentada y anhelante
¿Quién será?

¡Julieta! ¡Yo no quiero que te mueras!
¡Julieta! ¡Yo no quiero que tomes de aquel brebaje!
Espera un poco...
espera un poco...
William ¡¿por qué?!
¿No puedes hacer algo?

Julieta es bella y joven
como la hierba fresca que crece en el monte
Julieta es clara y pura
como el viento que viene de las alturas
Tan hermosa y dulce
tan suave.

Primavera amarga
Otoño aciago
Invierno cruel
Nunca más verano
verano anhelado.

Julieta se va levantando
Se la ve callada y pensativa
¿Quién será?
Julieta tu no sabes...
Julieta... hermosa...
no te mates...

Poema de Abril y el colibrì de Mayo

Solitario Abril mio
eterno Abril de todo el año
solitario Abril enamorado
de un colibrí que nació de ti, cielo querido,
inocente y precioso, un cálido Mayo.

Yo soy Abril el de siempre
Nací adorado y añorado cerca del río Rín...
no muy lejos del río Ruhr...

Llegué con el corazón palpitante de mis padres
bajo el cielo de Duisburgo,
cerca del carbón oscuro y quebradizo
que promete diamantes en la simple paciencia,
cerca del acero brillante e irrompible
que forja sentimientos inquebrantables en el tiempo.

Llegué sincero y bueno,
pequeñito,
lleno de Abril,
con mis raìces de Chiclayo y Ayacucho
con mis felices ojos color cielo nuevo
cielo padre de la costa
cielo madre de la sierra
cielo hijo de sus sueños.

Yo soy Abril el de siempre
el de todo el año,
todos los años.
Tu mi colibrí amado
Tu mi colibrí amado
El único y por siempre
el de todo el año
el de todos los años.

Tu eres Mayo la de siempre
Naciste adorada y añorada cerca del río Piura...
no muy lejos del río Chira...

Llegaste con el corazón palpitante de tus padres
bajo el cielo de Castilla,
cerca del algarrobo retorcido
que promete vida en el llano del árido desierto,
cerca de la arena infinita
que forma profundos mares existenciales en la fragilidad del silencio.

Llegaste sincera y buena,
pequeñita,
llena de Mayo,
con tus raìces de Piura y Chiclayo
con tus felices ojos color cielo nuevo
cielo padre de la costa
cielo madre de la costa
cielo hija de sus sueños.

Yo soy Abril el de Mayo
Tu mi colibrí amado
mi colibrì de siempre
el de todo el año
todos los años.

Cielo



Hay tanta luz en tu noche
una luz blanca y encantada
otras veces azulmente mortecina
que viste las calles de tu ciudad dormida
con nocturno atavìo de solitaria apariencia.

Los árboles dormitando al viento
un poco como cediendole sus ramas
un poco como perdiendo en esa vencida eterna.
Las calles mojadas y vacías
pintadas con el color que tu decidas.
Las veredas sin pasos, las pistas,
las bancas en los parques, las sombras,
cada poste, cada esquina,
tus pedazos callados
desde ti hasta el suelo.

Y cuando proclamas en tus dìas húmedos
tristìsimos tonos grises
y acuarelados azules llorados,
desteñidos a si mismos por la lluvia tuya,
nadie duda de tu poder
al ponerle ànimo según tu parecer,
ya sea de tristeza o de alegrìa,
a cada planta o animal, a cada humano ser
los que desde abajo te contemplan
los que desde abajo póngansete a ver.

Sueles pasear tus nubes raudas y ligeras
otras cargadas y lerdas
hasta despejar entero tu semblante ,
no permitièndoles en cambio moverse,
cuando en parte quieres tu también ocultarte.

Tantos tonos tienes
Tantos gestos haces
Azul diàfano y claro alegras tanto.
Gris opaco, apenas lloras un poco, y quizás entristezcas
- muy probablemente -
a la mayorìa de los mortales aquí abajo
que te buscan para hablarte
cuando miran hacia el horizonte.

Rosado tu atardecer,
violàceo, morado, pùrpura, celeste razgado,
todo a la vez.

Luminosa o muerta tu blanca piel
a la temprana mañana.

Iluminadas por las últimas caricias perdidas del astro rey,
tus nubes al inminente ocaso,
delicadas y tenuemente delineadas,
desde el más lejano horizonte de tus suaves labios de Mayo
hasta donde mueren las playas del Abril solitario.

¡Apaga apaga!

Apaga la luz azulada del cielo
para no ver ya las estrellas
ni la Luna ni el Sol.

Cierra las llaves del caño del mar
para que se llenen las aguas de quietud
se detengan las olas
y queden asi quietas por siempre.

Procùrame estos favores
mas no olvides los que a continuaciòn aùn te pido.

Quiero que detengas los ànimos y los brios
de cada arroyo
de cada rìo

Y quiero que guardes las nubes
todas
para no verlas movièndose lentamente
para que no me escupan ni me orinen...
para esto ùltimo
tampoco las dejes hacer lluvia.

Detèn el viento que viene y va
para que no robe la arena de mi playa desierta
para no escucharlo soplar en la tarde solitaria...
Y, para no escucharlo callar, en la quietud de la cima de los cerros
destruye cada piedra
destruye cada cerro
que muera cada rosa
que muera cada poeta
y si no quieres matarlos
que vivan en otro planeta.

Te pido al menos cumplas lo del viento...
Que ni vaya ni que venga
simplemente que desaparezca...
ya lo otro...
las rosas y los poetas...
eso yo lo arreglo.

Y bàjame el volumen de la ciudad
y no permitas que ninguno de ellos se me acerque
Dèjalos allà lejos
que se maten y se destruyan entre ellos
pero que no me hagan bulla
yo quiero estar tranquilo
yo quiero dormir la soledad sereno
y si me despierto
quiero vivir en silencio.

Televisión al final del dia

Ya nos dan menos momentos los dias
y nos vamos cada quien a su vida
Pero yo te extraño y te busco al final del dia
y como no te encuentro me queda el alma empañada
perdida la mirada, mirando televisiòn sin ver nada
me quedan vacías tu imagen y compañia queridas.
¿Dònde estàs? Para oir tu risa.
¿Dònde te encuentro? Para darte un beso.
¿Donde callas? ¿Dónde guardas silencio?
Para correr a encontrate y decirte te quiero
¿Dònde te busco? Que estoy que me muero.
¿No puedes creer ya que yo te quiero?
¿Es eso?
¿No puedes creer ya que tu me quieres?
¿Es eso?
No entiendo empero tu duda
Me traicionas con un beso cuando me dejo
pensando que te he mentido
permites que te acaricie el pelo
y que suba tu vestido
Luego me besas con anhelo
mas me crees tu enemigo
crees que en verdad no quiero contigo
y no es eso....
solo te duele que te quiera
y que me quieras
y que nos hayamos perdido.
No sabes cuànto te quiero
y crees que no es mucho
y crees que es menos
pero yo te prefiero como ahora
cuando te quiero màs y estas conmigo
aunque no me creas
en lugar de cuando veo televisión
y hace medio mes que no nos vemos.

lunes, 9 de febrero de 2009

La gota salada

Las lluvias torrenciales nunca han dejado de caer.
Se han mantenido escondidas
riendo al amanecer
conteniendo su estruendo
quedando aguantadas
para explotar con fuerza
en una catarsis de nubes atiborradas.

La tormenta se avecina
yo la siento ya de cerca
antes que des el último grito
antes que inunde tu madriguera

Considéralo casi un rito
Adhiérete a esta creencia
La piel se empapa de fluidos
de sudor y de lágrimas.
Es un gotear cansino
que poco a poco amaina
Es una noche en tu cama
que nunca acaba para siempre
que siempre vuelve a empezar
que no vale la pena secar
porque yo soy siempre
una gota salada.

En tu rostro hay una quebrada
que arroja como en rocío
tus tristes miradas.
Me imagino conmovido.
Yo no soporto tus cascadas.

El verso perdido

Se ha perdido en la noche
otro verso en tu nombre.
Se lo ha llevado el aire
que es quien mejor lo esconde.

Y yo me he quedado vacío
porque mi poema, sin ese verso herido,
me ha dejado pensando
mientras pierde él su sentido.

Este verso, que hace poco se me ha extraviado,
pues se ha marchado muy afligido
porque no estás tu conmigo
para poder escucharlo.

Te dejo entonces escrito
este pedazo de sentimiento mio
mi cariño de medio latido,
y la tajada de mi sueño querido

Te dejo entonces anhelante
este poema mutilado
Y me voy a pensarte
a seguirte extrañando.
¿Dónde estará mi verso?
¿Mi verso Del Rosario?

Lo que no digo


Te digo, te digo...
¡Cómo quisiera decirte!
Te doy mi sueño bello
que se oculta tierno en mis besos
y luego me callo
y te veo simplemente.

Yo sé que pierdo
Yo sé que no digo nada
Pero ¡cómo quisiera!
Te extraño... tanto. Ah...
¡Cómo quisiera verte!
Y asi sigo
y me condeno eternamente.
Yo solo quería verte
y solo quería abrazarte
Pero contártelo todo...
se me hacía un mundo aparte.
Yo no sé por qué
Yo no sé de dónde
Por el miedo a perderte
Por el miedo a no encontrarte.

Madrigal (?)

La vitalidad
no repara en gastos ni en rosas
y a la fuerza hirsuta
vístela antojo hoy,
que ya no es
sino la espina
de no ser nada
si me faltaran
tus mismos ojos de ayer
mañana.
-------------------------
(?) transcrito años atrás, sin saber el nombre del autor hasta hoy. Alguien que lo sepa sírvase anotarlo en comentario.

Universo (Jorge Boccanera)

El poeta, como el cazador pobre,
a lo que salga.

Baldomero Fernández Moreno

El domador que mete su cabeza dentro de la boca del león,
¿qué busca?
¿La lástima del público?
¿Que tenga lástima el león?
¿Busca su propia lástima?

El poeta que arroja su anzuelo en la garganta dela Sordomuda,
¿qué busca?
¿La lástima del público?
¿Que tenga lástima la sordomuda?
¿Busca su propia lástima?

Y el público, ¿está loco? ¿por qué aplaude?

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JORGE BOCCANERA (presentación por Jorge Torres, editada por Jose Cuervo)

Jorge Boccanera nació en Ingeniero White, a pocos kilómetros de Bahía Blanca, cerca de un puerto llamado antes Puerto de la Esperanza. De niño fue a dar a Buenos Aires, centro de un país con proyectos del ser nacional y popular. Cuando empezaba la década del setenta empezaba también un muy joven poeta a confundir, ex profeso, la poesía con las mujeres, el amor con la libertad. Una militancia poética a la que le crecían gajos políticos y espolones gremiales.
De aquellos convulsionados años setenta son los poemas que diera a conocer a sus compañeros del grupo literario El Ladrillo, en una época que fue desembocadura del ancho río de la poesía de los sesenta, con referentes grupales que venían de muy lejos como el grupo Pan Duro y El Barrilete.
Esos poemas conformarían su primer libro, titulado Espantapájaros suicidas, publicado en 1973, el año del regreso de Perón y las elecciones sin proscripciones, el albor de una democracia que por aquellos años dejaba lugar a sueños hoy tan lejanos: sueños como soñados, sueños de patria socialista. Y al fragor de aquellos años se escribieron dos nuevos libros: Contraseñas, por el que recibe el premio Casa de las Américas y Noticias de una mujer cualquiera, editado en Lima. Dos libros publicados en 1976, fecha fatídica, dos libros que marcan el comienzo de un viaje que se extiende por 30 años, especialmente por los paisajes y la poesía latinoamericana.
Forzado al exilio en Junio de 1976 el viajero se lleva en la valija a la ciudad de Buenos Aires, desde donde escribirá sin describirla, como dice el poeta Juan Gelman refiriéndose a la poesía de Boccanera. Pero en lugar de un ronco canto de nostalgia su poesía se vuelve música que se reparte en poemas y libros. Como si negada la posibilidad de escribir dentro de las fronteras de la patria, ese viaje de Boccanera en su imaginario poético expande esas fronteras y hace de toda la geografía y de toda la poesía de Latinoamérica su patria más ancha. En contra del autoritarismo y a favor de la poesía, lo que resulta la misma cosa, escribe y vive, que también es igual, hasta la actualidad la historia de ese viaje
Desde aquella juventud dorada, que mereciera ser reconocida en 1977 con el Premio Nacional de Poesía Joven de México, ha pasado mucha agua bajo el puente. Publicó otros seis volúmenes de poesía, en México preparó otra serie de seis antologías de la poesía hispanoamericana y dos compilaciones de poesía argentina, escribió los ensayos Confiar en el misterio, viaje por la poesía de Juan Gelman y Sólo venimos a soñar La poesía de Luis Cardoza y Aragón. Escribió más de cincuenta canciones que han sido musicalizadas o interpretadas por artistas tales como Mercedes Sosa, Silvio Rodriguez y Lilia Vera entre otros consagrados, todo esto como breve, muy acotado, resumen de su viaje.
Ahora, y volviendo a la poesía como calidad nuclear de este rico y valioso itinerario, sus libros de poemas de alguna manera representan el centro de fuego de este largo recorrido. Después de los tres primeros poemarios escribió otros tres en el término de cuatro años y en el exilio político, que su esencia de poeta inquieto -contrario al poeta contemplativo- transformó en búsqueda, esos libros fueron Poemas del tamaño de una Naranja (1979)- Música de fagot y piernas de Victoria (1979) y Contra el Bufón del rey (1980). Estos volúmenes van asentando una poética particular donde se ha incorporado un cierto surrealismo muy especial, en la medida de que es el resultado evidente de ese itinerario rico en colores, sabores y sobre todo sonidos y vocablos que sutilmente se asoman a los versos del poeta de Ingeniero White, quien sin embargo sostiene un lenguaje argentino auténtico.
Así vamos llegando a lo central de su obra, ya casi de regreso, entre México y Buenos Aires, entre 1980 y 1983, escribe Polvo para morder, que es publicado en 1986. En Polvo para morder ha madurado su tono particular que desde el principio dejaba ver convicciones viscerales:
...Bésale las piernas a la poesía / aunque diga que no / que aquí nos pueden ver / bésale las palabras hurga su lengua, dice el poeta, que además sabe perfectamente lo que no quiere: ....no quiero la palabra saciada de si misma / ni la verdad dorada donde no cruje un pájaro / no quiero almacenar saliva.
Con Polvo para morder y Sordomuda (de 1991) afinca el juego de correspondencias poéticas entre su viaje y su verbo que por extranjero se hace libre, donde la poesía es todas las cosas, principalmente la libertad pero también las interferencias menos poéticas del mundo, un juego de correspondencias que, cuando el lector lo sintoniza, convierte por ejemplo el sentimiento del viaje del exiliado en una caravana de elefantes que han mudado de selva: Yo integro esta manada... Yo sigo a la hembra guía / Cargo con la joroba de todas mis valijas, correspondencias entre hechos de la realidad exterior que se presenta irracional y absurda con la subjetividad del hombre, que ante el fatalismo exterior responde con poesía que augura el tembladeral de los sentidos y advierte: ¡Guarde celosamente la selva impenetrable este ulular de bestias !
Bestias dice Boccanera, y se dice a sí mismo que hay que seguir la hembra guía, hay que seguir, dice Boccanera, quien en otro poema se convierte en perro que tira del trineo de la poesía. Bestias. Bestias en un hotel de paso, dirá luego, en 2001 con su próximo libro que es también la última estación que se le conoce a Jorge en su viaje. Un hotel de paso puede ser leído como el símbolo de una existencia personal, si de un poeta clásico de los noventa se tratara, pero lo singular de Boccanera es que aún conviviendo con una generación que traza un círculo alrededor de si misma y de eso escribe, Jorge escribe sin fronteras. Entonces, un hotel de paso es la casa de cada uno, porque como dice en un poema de su último libro: Nadie tiene una casa de buena piedra: Tenía razón el viejo Pound / En el país de los ciegos / todo cuesta un ojo de la cara.
Sí, en el país de los ciegos, en donde ya sabemos que a veces para escribir o para cualquier cosa, por ejemplo para gobernar, se tiene que pagar un precio muy alto. Y en el caso de la escritura en el país de los ciegos el precio que paga el poeta cantor, el alma inquieta, es escuchar el silencio de los otros, la falta del reverbero. Contra ese silencio trabaja la poesía de nuestro visitante de hoy, celebrando y celebrándose la palabra sin claudicaciones
Ojalá que su poesía y su palabra nos conmueva y nos ilumine esta noche que celebramos nosotros en Río Cuarto esta fiesta del libro, y qué bueno esto de que al cierre de la segunda edición de la Feria del Libro Juan Filloy, cuando despeje la polvareda, podamos decir: por aquí también pasó Boccanera.

Ya no es tan como antes


Lejos de las personas
aquí, en la presencia del cielo,
me doy cuenta que el frío ya no es el clima de mi tipo
no es más el tiempo que yo anhelo.

La soledad tampoco va ya
con mi manera predilecta de sentir
y me atrapa, vasto, el abrazo del viento
que es transparente y silencioso
como un gélido vacio interno.

Yo espero la lluvia, como siempre,
pero cuando cae al fin, como en esta tarde,
no siento ya que me moje solo por fuera
como me mojaba antes...
me empapa en cambio
la médula de mi silencio.

Me pongo a caminar
mas no encuentro veredas que aún no me hayan olvidado...
Será que no se han percatado
que ya no soy el de antes
que ya no vivo como ayer
que ya su voz y la mia no se encuentran
para dejarme dejar de callarme.

En realidad yo no quiero estar solo
solo que no quiero ver a nadie.
Yo quiero estar solo
pero que te quedes tu conmigo.

En verdad, al caer la lluvia,
no es que no sienta yo sus gotas
solo que quiero beberlas todas
mientras se deslizan por tu boca.

Cuando hace mucho frío
en verdad no es que no quiera abrigo
solo que yo espero que me abraces
y te quedes por siempre conmigo.

Ya no es tan como antes
cuando voy por la calle.
No escucho yo que nadie me hable
Solo suena en mi imaginación tu voz
como la de un lejano y querido ángel.

Tengo las manos frías
tengo las manos vacías
pero siento en ellas
que tu estás prendida
porque aún no liberan el amor
que les dejaste tu cuando las tenías.

Ya no es tan como antes
Ya no es tan interesante
si no estás conmigo
no me parece ya tan suave el frio
no es nada ya tan bonito
como lo era antes.
Antes cuando tu estabas
y me llenabas de ti
cada espacio mio
feliz por todas partes.
.....

ven conmigo
ven conmigo
te besaré en este frío
ven conmigo
ven conmigo
siempre estaré contigo
ven conmigo
ven conmigo
Yo te amaré en el eterno frío
entre las gotas de cada lluvia
seré dulce amor mio
tu ser más querido.


El bronce y el marfil

El futuro es incierto
y el final está siempre cerca.
Me levanté hoy en la mañana y me prendí un cigarrillo...
no pienso en el cáncer... no viviré tanto.

La princesa de bronce
triste, solitaria, hermosa...
La princesa de bronce
alegre, solitaria, hermosa...
Siempre de bronce, siempre hermosa
en su castillo de bronce con su vestido de encaje
en la mañana de bronce.

Quiero bañarme en la sangre de un ser despiadado y odiado
quiero masticar las entrañas de un vencido contrincante
cual tigre,
ensangrentados los colmillos,
distendidos los labios,
quiero devorarle.

Quiero la furia y el temor
entremezclados con sudor
y una gota del llanto
de mi princesa de bronce.

La reina de marfil me atrae
empero ya sin marfil marfil marfil.
No tiene ya la reina más
marfil, marfil, marfil.
Y la veo desnuda,
vestida con su blanca carne;
ya no tiene el emblema del coraje
ya no esgrime el henchido pecho de la soberbia nacida del poder
ya no tiene pues el emblema en su mirar
no se sabe reina más ya.
Le falta su reino,
ha perdido la verdad,
y se ha quedado sin marfil.

Los soldados del infierno marchan ya hacia la tempestad,
donde el rey del averno los ha enviado
Y correrá la sangre de jóvenes incautos
y niños sin padre habrán de nacer por millares.

La paz ya no existe
y en el castillo de bronce
en la montaña de bronce
con su vestido de negro encaje
la princesa de bronce llora.
Llora y llora toda una noche
mientras la sangre de la gente suya forma grandes charcos
hasta teñir el estanque en su desolado jardín.

Atrás, en el puente del sur, yace aún la reina de marfil.
Y sigue desnuda
y también llora.
La sangre ha manchado su piel
y se mezcla con la suya propia.
La reina muere;
ya se ve la oscuridad en sus ojos dulces y amables
Ya se escucha acabar la agonía en sus rosados labios.

Ella se irá y ya nunca podré quererla
Su piel es ahora fría como el ayer
el ayer de las estrellas.
Y la princesa de bronce llora
el odio de su enemiga de marfil
que nunca terminó
hasta el momento de morir.

Me iré a los campos de bronce
donde pelearé a morir
morir morir,
morir morir.
Moriré cien veces y siempre habré de volver.
La reina murió al atardecer
y, hacia la noche,
el castilllo de bronce se comenzó a fundir.

Mujer delgada


Había una mujer delgada y blanca habitándome los sueños.
Ella miraba y susurraba mientras, curiosa y cauta, se acercaba.
Sus brazos pálidos y ondeantes se acoplaban a mi sigilosos
como tímidas extremidades que no hubieran tocado nada nunca antes.
Y su mirada era transparente y cautivante
dejándome la sensación de haberla visto ya antes.

Mujer que se contonea sobre sábanas amplias y abandonadas;
empiezo a sentirme tan cerca de la calma.
Está desnuda su alma
Me mira enigmática y encantada.
Escucho una dulzaina... Todo es tan suave
como en el agua... como debajo del agua.

Noto los esbozos claviculares y vertebrales bajo su piel templada y cálida
Ella es también muy suave y ahora me abraza
y ahora se recuesta sobre mi espalda
Me aplasta sus pechos frios contra mi dorsal ancho
me clava sus pezones erectos, helados, en las raices escapulares
Sus cabellos húmedos
sus labios, su mirada...
ah su mirada!
No me canso de estar en ella;
no me canso de soñarla..

Buscándote

La noche azul alumbra un séquito de extraños y abrigados pensares, todos callados, todos en silencio. A veces levantan la mirada y deambulan por mi mente como si se tratara de tu morada. Ellos saben por dónde ir, formando una hilera de luces rojas y débiles. Ellos saben desde siempre del camino para hallarte. Pero, aún asi, van despacio, preguntándose si es que al final será tan fácil atraparte. En la noche llegas... en la noche siempre... por los caminos negros; y llegan de ti esos gritos desde el cielo, los gemidos que son de Eva, que claman con anhelo, como para iniciar mi humanidad. Me toca un suave viento que se mezcla con arena, y me nace un sentimiento que a ti mi sangre y mi alma encadenan. El frío que nace de mi me hace quererte encontrar. Hoy yo creo sentir que ya casi puedo tocarte. El venir de tan lejos para buscarte es y ha sido una peregrinación empedernida, con el motivo que en mi ser anida, de tan sólo poderte amar. No dejes esta ilusión lejos de mi ni de ti. Mi amor no vayas a despertarte. Yo sueño que soy tan suave y dulce. Yo sólo quiero besarte. Mi sueño acaba esta noche, pero no para abandonarte. Mi anhelo surcará el dia y bajo el Sol podré encontrarte.

Primera vez

Yo vi el Sol tantas veces
durante los dias previos
y siempre pensé que, a cada dia que pasaba,
aquél se hacía más viejo...
Y sin embargo hoy lo he vuelto a ver
y me ha parecido más joven que ayer, mucho más.

Y es que hoy lo he visto contigo
y asi le he descubierto un nuevo estilo de brillar.
Al estar en las rocas, tomando tus manos queridas,
me puse a buscar hoy de nuevo al horizonte sobre el mar
y asi lo he sospechado más lejano
y me ha alegrado entonces
el saber que estamos juntos
y que tenemos mucho más trecho por caminar.

Íbamos antes tan cercanos
y yo por mi lado me puse a buscar
pero todo lo que antes descubrí
hoy junto a ti se me vuelve a manifestar
y yo lo siento nuevo
y pareciera que se volviese a inventar.

...primera vez que presiento
una hermosa mujer oculta en el brillo de la Luna
en el firmamento.

...primera vez que escucho a mis espaldas
el batir de las alas de aquél ángel.

Primera vez que muero al tomar tus manos suaves
y primera vez que acaricio tus cabellos, asi, tan despacio.

Regreso del infinito
y aprendo a compartir de aqueste mundo viejo
lo nuevo, lo feo y lo feliz
y es hoy la vez primera que, asi,
tan despacio,
te he besado en la nariz.

viernes, 6 de febrero de 2009

Un trébol y mi pequeña felicidad


Pasaba volando veloz
se posaba grácil en una u otra flor
y luego seguía revoloteando
cantando su canción de amor
mi pequeña felicidad.

Casi no veías sus alas de colibrí al batirse
la llevaban tan lejos
la llevaban tan alto
donde ella quería que se escuchase su canto.

Y así íba por los campos, la felicidad hecha pájaro,
la canción para un ser humano
por los bosques y las praderas
bajo el Sol o bajo las estrellas,
la mujer hecha ave
el ave convertida en amante
y el canto tan hermoso
la canción del amor en primavera
y sobretodo
tu amistad verdadera.


Yo supe de aquél sueño en el que tú viviste
Yo habité aquél dia encantado y lleno de felicidad y amor.
Fué por tí que no quise despertar
Fuiste tú de quien empecé a sospechar
cuando sentí en el corazón el vibrar
y el amor tuyo me empezaba a dominar...


Después logré abrir el pestillo de la puerta del auto
Asi que tuve que retirar mi brazo de alrededor de tu cuello
Asi que tuve que volverme a separar de tu lado
Asi que terminó ese instante eterno, de estar cerca de tu rostro mi rostro.
Asì que te bajaste y te fuiste.
Te miré
Me pensaste
Te pensè.
Me fui por Javier Prado.
Una combi te recogió del trébol y te llevó a Pro.
Eso fue hace años y... ¿sabes?
El trébol era para autos...
pero ahi nosotros nos encontramos
y el trébol tenía cuatro hojas... mi pequeña felicidad.

Nombre tuyo; y una estrella llamada Jaci sobre la cama sideral

La negrura es un manto inmenso
como la oscuridad
La soledad es un silencio eterno
como la verdad
La sangre es ya una masa endurecida
del rojo maduro y pétreo
sobre las heridas de mi alma
Y, a lo lejos, la más cercana manifestación,
una de aquellas que habla sobre felicidad,
es precisamente tu nombre.

Tu nombre.
Con sus cuatro letras, si te llamo Jaci,
y con las demás, si te llamo por tu nombre de verdad,
tu irrumpes en este mar de lágrimas,
que me avergüenza decir es mio,
y tú sola, solita, lo secas,
me lo secas todo.

Con tu sílaba libre, solita, apacible, me calmas
al empezar a llamarte
Con la tónica me entusiasmas, me fascinas, al entonarte.
Mi alma en llamas no termina aún de nombrarte
y ya tirita en las alas
sin llegar a evitar adorarte
aunque sea por medio instante.

Tu nombre...
con sus cuatro sílabas tú vuelas,
esdrújula maravilla de mis dias,
hacia el oscuro cielo de mi noche
y todo lo iluminas.

Con tu suave tímida voz
con tu mirada fascinante
yo me pierdo en tu aliento
y me siento feliz
me siento contento
me presiento eterno
aunque sea sólo un instante.

Nombre tuyo, mi pan y mi agua
Nombre tuyo, mi dia y mi noche
Nombre tuyo, resuena en mi alma
Nombre tuyo, mi corazon responde
Nombre tuyo, mi amor no se esconde
Nombre tuyo, mi único nombre

Tu nombre es mi nombre
mi nombre es el tuyo
donde brillan intercaladas tus sílabas de jose
mis sílabas de elizabeth
y las letras de aquella estrella eterna llamada Jaci.

Con tu suave voz, tímida boca,
suave, suave pajarita loca,
tu me enciendes los labios
y desvaneces mi gris aciago

Tan pronto como descubres mi amor, me pinto de alegría indeleble,
se impregna en tu ombligo mi sonrisa
tu frente y mi frente son la misma cosa
tu nariz y la mia se hacen finas caricias silentes
y las manos tuyas son mi piel,
y las manos mias son tu piel,
y las piernas tuyas soy yo
y las piernas mias eres tu
y los muslos se aplastan, se enredan, se abrazan, se pegan
y es verdad...
nuestras rodillas hasta dormidos se acarician
nuestras pieles animadas musitan...

Estar desnudos los dos es estar vestidos juntos de amor
De amor que no es de dos lado a lado como el mar y la playa, como al agua y la arena,
sino amor que tiembla en dos almas
tocándose la piel que es la misma piel,
que es una sola piel, que es un solo ser,
hecho del mismo mar
por doquier... por doquier.

Mis besos pintan de rojo
cada pétalo de tu boca,
cada labio de tu rosa,
y te cubre, desnuda a la mañana, el rocío de mi alma curada
cuando amaneces a mi lado
y nuestras soledades se han quedado tiradas
mezcladas entre la ropa fría y arrugada
sobre la alfombra, el mueble, el otro mueble,
el televisor, detrás de la cómoda,
en cada parte aledaña
o sobre el camino recorrido
desde la desesperanza del vacío asesino
hasta la felicidad de la cama inmortal
la cama sideral.

Dicen que soy L.H.C. (Luis Hernández)


Dicen que soy un soñador que sueña
y otros dicen de mi
¡Adiós!
Me voy a otro lugar
Y si la tristeza me alcanza
y si la tristeza me alcanza
me cubriré con el agua de la mar...
Y no he más de morir
Y no he más.

Habiendo robado lluvia de tu jardín
y tocado tu cuerpo
me duermo.
No se culpe a nadie de mi sueño.

Hoy el agüita salada no es de la mar
es de tanto sufrir
es de tanto llorar.

Pero contigo vi los árboles, casas,
bodegas y la pista, como tras una lluviecita.
Yo te amo.
Chau, pues.

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Poeta peruano nacido en Lima en 1941. De pequeño recibió una sólida educación intelectual acorde con sus inclinaciones artísticas. Inició estudios de Psicología y los suspendió para viajar a Alemania por un año. A su regreso, decidió estudiar Medicina, alternando el ejercicio profesional, como médico de barrio, con la actividad literaria. Su obra ha continuado creciendo después de su muerte. En la actualidad se han encontrado 52 Cuadernos, escritos como una especie de Diario, que además de dar cuenta de su creación poética, reflejan su proceso interno como ser humano. Su obra, aún dispersa, constituye el único legado del poeta, denominado por él mismo como Voz Horrísona. Se quitó la vida en Buenos Aires en 1977, donde se encontraba por razones de salud.

lunes, 2 de febrero de 2009

Dudas sobre el paraíso perdido (Todo sobre Jaci)

Cantos gregorianos parecen...
Si.
Al parecer es así...

Cantos gregorianos retumban en mi mente
como venidos de voces masculinas evocadas
entonando paz espiritual y armonía en el alma
individual y colectiva
de un coro de seres que creo recuerdo

Un coro de seres que cantan al compás perfecto
de la felicidad celestial y la serenidad del espiritu
la inconfundible serenidad sin igual del corazón completo
como si no hubiera nada más que el universo en expansión dentro del pecho
a manos de un eterno Dios de amor y bondad.
Un Dios musitando, a la vez afuera,
a la vez adentro del pecho


Se van alejando las voces.
Se desvanecen en mi pensamiento
y escucho el punteo melancólico y parsimonioso de una guitarra apenada
rasgado bajo los dedos enamorados de un músico extraviado
haciendo eco
entre las lágrimas que se le agotan y el mar
el cual le ofrece su ondeante lar de pensar inmenso,
su niebla matutina,
su frío,
y el vaivén infinito de las olas
que no saben llorar sin parar.

La guitarra se aleja.
Me absorbe la contemplación del mar...
de la mar...
la mar que se lleva mis silencios
en la espuma blanca que viene y va
y ya no estoy tan seguro, de pronto,
de si aquellas cuerdas gemían realmente los sollozos de una guitarra en pena
pues acaso eran aquellos sollozos solamente
formas similares a las del dolor de un arpa boqueante
a punto de llorar
así sin más.


Las horas han pasado
longevas como los meses raudos
breves como los instantes eternos.
Sigue el mar hablando
su lenguaje de inmensidad
y sigo yo callando
mis ruidos en silencio,
mis futuros poemas queridos
que aún son sólo versos niños
y me atosigan sin dejar de preguntar
si algún dia ella volverá
para ellos poderla acariciar.

Y pienso...
y pienso...
pienso...
No me puedo alejar del mar
aunque me vaya lejos
su soledad me habrá de alcanzar
y el silencio se tornará la voz de las olas
y entre ellas vendrá, como la inevitable secuencia de la marea eterna,
el nombre que no puedo olvidar
y la voz de mi Ja.


Un amigo artificial y bueno
de raciocinios nimios y singular practicidad
me dijo reflexivo un dia,
desde su corazón casual e invicto, que nunca había usado para adorar,
lo que él consideraba una directiva definitiva
acaso una verdad fundamental.
Que en la vida cada hombre necesita tres mujeres:
una para aventuras y diversión,
una para conversaciones estimulantes
y otra para buen sexo...
Y Ja era todas ellas
Ja era las tres a la vez
y yo la recordaba siempre
pues era la única que contenía dentro de su pecho
tanto mi alma como el mar completos.


Era demasiado bueno para ser verdad. Por supuesto.
Mi alma y el mar la adoraban juntos
Se derramaban las olas y mis besos sin parar
como agua rosada que revalsaba,
mojando de pasión,
el terciopelo convexo de sus senos tiernos.

Y su amor era tan flameante y profundo
tan sincero y feliz
que nunca dejaba de crecer por dentro
aunque le aplastara el corazón inmenso
los jazmines y girasoles del pecho,
aunque le ahogaran el césped negro del monte amado de venus
cada riada perfumada que brotaba con flores, besos y jadeos
escapándoseles por el sexo fresco
hasta llenarnos el rostro de sueños tiernos
y el pecho agitado de telepáticos te quieros eternos...
No había voz si no volvía el aire
ni besos si no pasaba el temblor del cuerpo
pero llenos de amor nos mirábamos
Qué importaba sin pulmones...
Qué importaba sin la voz...


Sigo mirando el mar
Sigo callado y perdido entre mi vacío y las olas
pequeñas cuando llegan
gigantes cuando las advierto formarse a lo lejos.
Sigo pensando en ti
Sigo pensando en mi
¿Es acaso eso lo mismo?
¿Me exttrañas?
Me dices que si, que lo haces a morir...
que quieres venir
que no sabes por dónde llegar para hacerme reir
para hacerme feliz
que lo quieres
que no dejas de buscar el camino preciso
que te lleve a mi
que te lleve a ti.

Es tarde
sigo mirando el mar
mirándote a ti
tu rostro
tu rostro feliz
lleno de lo que una vez te dí.
Me debería ir... ya oscurece
Pero no hay tiempo que mida lo que dura ver el mar
Pero no hay tiempo que mida lo que dura amar de verdad.

Abril perdido en la sombra de una nube


Llegué a un punto sin señal, un lugar del camino sin cartelito alguno, de aquellos cuya flechita dibujada sirve para orientar al dubitativo. No sabía qué rumbo tomar a partir de ahí. No sabía bien si ir hacia la izquierda, por donde a lo lejos se divisaba un verde campo; o bien, si debía ir hacia la derecha, por donde el camino discurría hasta perderse de vista, no muy lejos de mi, adentrándose en una espesa bruma, una misteriosa niebla que flotaba impenetrable a no mucho más que un vigoroso tiro de piedra. Esa niebla. Esa niebla. No le temo - pensaba. ¿Pero qué habrá más allá, oculto dentro de ella? ¿Y el campo verde? ¿Será bueno en verdad sentir su verde verde verde, en mi ya suficientemente verde conocimiento? Quería que estuviera ella conmigo, dulce y tierna, para elegir el camino juntos y recorrerlo. Ir caminando juntos. No importaba si fuera en la niebla o en el verde que estuviésemos caminando - me decía. Sólo hacerlo juntos.. Estar juntos... yendo juntos, hablando entretenidos sobre cientos de secretos y pensamientos compartidos, arrancados del olvido, de la inexistencia inconfesa del pensamiento no hablado con el ser querido. Pero ella no estaba ahí. Había desaparecido de un modo misterioso y repentino desde hacía algún corto tiempo... desaparecido.... desaparecido... si... de un modo misterioso y repentino, doloroso, como si se la hubiera robado la sombra de una nube.

Si supieras

Si supieras qué vacío se siente el mundo
cuando tu corazón no me habla...

Qué frio se siente el estar bajo el pálido Sol
mientras veo tus labios moverse
para decir cosas que al corazón no conciernen.

Si supieras cómo se hiela mi amor
cada vez que metes tus caricias bajo el agua del olvido...

El agua congelándose
el agua petrificándose
transparente
alrededor de tus manos suaves y hermosas...

Aquellas manos que antes libres,
tibias y felices,
me tocaban el aire pleno
que aplastábase bajo tus palmas
sedientas y enamoradas
hasta desaparecer por los costados de tu cálido amor.