viernes, 12 de junio de 2009

aires de la calle


No puedo evitar ser el aire de la tarde
querer ser el aire encima de la calle larga
pasar volando y mirar hacia abajo
cuando flota mi alma de pardo plumaje por el aire
mientras pasan los transeúntes
mientras pasa la tarde...

No puedo evitar oir la voz del barítono y la de la soprano
Haga lo que haga no puedo evitar que me afecte
Recordar una mirada y la soledad
una sonrisa en mi oscura y amurallada ciudad
y el rugir del mar...
no puedo...
las olas...
Me hacen querer meterme de noche a nadar.

Escucho las voces
las voces del mar
las voces del agua
las voces saladas
las dulces y más...

me lamen tiernas como lengüetadas de amor de perro,
las sonoras caricias de un violín que me llenan de madera y salada brisa anaranjada
como la soledad
como la soledad.

Mi calma se derrite bajo el Sol
Mi paz se llena de sudor en el desierto
Mis manos son suaves como ángeles al amanecer el Cielo
y entre tantas cosas que ocurren
tantas noches que sucumben al amanecer
sólo hay una mirada que me eleva cálidamente
desde mi morada a la suya
desde mi caverna oscura a la suya
mágica...
dulce
profunda
llena de árboles que pueblan mi explanada
como si nada.


2 comentarios:

Anónimo del Buen Vino dijo...

La voz rompe la placenta y nace el grito,
araña el rostro de la inocencia
el dolor de la voz es la madre de la vida
y la luz que sale de la sangre es lo único que existe.
La pared gris de algún baño parturiento, se raja con la voz
Las piedras se mojan con los gérmenes plenos de vida que se desparraman por el mundo.
No podemos ocultarnos
¿Cómo ocultarnos si no existimos?
Solo nos vamos derritiendo en el andar
dejamos trozos de inexistencia como recuerdos de una risa,
de gémidos sudorosos en medio del barro que embardurna todas nuestras huellas invisibles.
Arrancamos nuestra piel,
nuestros huesos,
enredamos nuestras venas con los latidos de la voz.
Ah! que sonidos....
porqué se mueve todo si no me he movido?
Abro los brazos para recibir el odio
para transformarlo en gotas de piedad
y no encuentro la voz
mi voz
las voces del mundo inhabitado
que me aguarda en algún lugar
en alguna calle húmeda
en algún poste apagado
Cierro los brazos para dejar ir al amor
que siempre se escapa con la muerte
y encuentro la voz
mi voz
las voces del mundo habitado
que nunca espera.

JOSE CUERVO dijo...

como te va anonimo. hace tiempo que no entraba a mi pagina desde una computadora..solo desde mi celular.. he estado por rumbos sin computadores..mucho aire y verde. espero que te encuentres bien colega.