lunes, 27 de septiembre de 2010

Antes de dormir

Esta noche escribo por el silencio que lo inunda todo. Por el vacio que se rompe en pedazos de nada y queda  desperdigado por todos y cada uno de los rincones de la casa. Esta noche se me cierran los pàrpados. Se me apaga el cerebro. Se me blanquean los ojos. Pero escribo porque es un acto de placer, un deporte figurado, una necesidad fisiològica. Es como tener que decir algo porque si no vas a reventar. Y entonces todos se callan pero tu te desanimas y dices...baaa! Qué má da? Què voy a decir? A quién? A ti? A ti? Para què? Fuck you man!!! Recuerdas la canción "Para quièn canto yo entonces?" y acto seguido te imaginas hecho un asesino a lo Neo bajándote a balazo limpio y a sangre fria a todo el mundo utilizando un fusil que dispara quinientas balas por segundo y nunca parece agotarse a pesar que transcurren los segundos. Disparas balas. Disparas palabras. Balas de justicia. Palabras de plata. Dentro de poco pasa el ruido que subitamente acabò con el silencio del que hablaba cuando empecè estas lineas ociosas. No queda nada. Ni del ruido ni del silencio. Solo el recuerdo del estruendo. Y mi nariz inhala un aire helado, como el que se respira allá por sobre los cuchucientosmil metros sobre el nivel del mar, al lado de esas lagunas tan límpidas y lejanas en donde el agua apenas se mueve acariciada por la fresca voz del viento que susurrra...."muevete"  Ya no recuerdo los cadáveres. No recuerdo los ataques de seres azules y pèrfidos que se me abalanzaban para cortarme la piel con sus filudas armas dentales. No recuerdo nada. Ya no siento nada. Ya amainó la ansiedad. Ya escribí. No sé qué escribí. No quiero ni ver... Qué habrá sido? Qué vergüenza! Qué deshonor. Qué cinismo. Y lo he hecho yo. Sòlo yo... sin la más mínima contemplaciòn ni decencia. He matado a mi ruiseñor.. sólo para ver como sonaba.

7 comentarios:

Anónimo del Buen Vino dijo...

A nadie le importa las lágrimas del eunuco
El hoyo siempre será más largo que los gusanos que carcomen nuestras entrañas
y más profundo que las gargantas llenas de vacío.
Estamos encadenados a una noche de Sol, y desde allí, miramos Marte.
Marte sí existe y es un planeta rojo como los corazones reventados.
Por eso siempre será bueno disparar palabras para morir
y nacer nuevamente.

Anónimo del Buen Vino

Aioria90 Germán Cappio dijo...

Y hace bien, no mires atrás, no corrijas nada. Déjalo ser. En serio te lo digo

Aioria90 Germán Cappio dijo...

*´s

JOSE CUERVO dijo...

y por curiosidad.. cual es le vino del que gusta el Anonimo del buen vino y a cual eunuco nos remitimos? Tengo una extraña impresion acerca de ti anonimo... no muy desconocida.

JOSE CUERVO dijo...

aioria en que contexto estas. un abrazo.

Anónimo del Buen Vino dijo...

Respetado José Cuervo, me gusta el vino de la poesía y me remito al eunuco que todos llevamos dentro.

Y yo, solo soy un simple y adolorido eunuco que ha conocido el fondo del barril de su propio vino.

Anónimo del Buen Vino

JOSE CUERVO dijo...

me disculpo anonimo del buen vino. Tu copa contiene vino de una cepa especial. A tu salud.