El problema en el que deviene el impacto certero de un proyectil bien disparado hacia uno es que en muchos casos suele arrebatarte la vida, sin mencionar ya lo incómodo y antiestético que implica el que te agujereen el organismo. Por ejemplo, si te cae en el pómulo o cerca de cualquiera de las orejas, ten por seguro que te desbarata el equilibrio que tienes entre tu alma y tu cuerpo. Supongo que me crees. ¿No? Mira. Cuando a mi me mataron recuerdo bien que me impresionó la sensación que tuve. Claro, mi muerte fue bastante romántica y hasta tuvo un ligero toque artístico, si se puede decir; digamos como a final de película coppoliana con banda sonora de fondo de Vangelis o Morricone, o algo asi. Pero ahora no te diré cómo pasó exactamente. A lo que voy es a lo de esa sensación que te mencioné. Era como sentir que el motor se te va desacelerando, mientras entras en un estado de percepción especial, nebuloso, medio citoplasmático o de laguna mental. Lo más interesante es que piensas que aún no vas a morir, pero de pronto empiezas a sentirte como en cámara lenta y todo lo percibes de una forma que JAMÁS imaginarías. Los parámetros de tus sentidos se alteran, rebasan fronteras. Escuchas diferente, ves como a través de agua, no percibes temperatura alguna. Puedes oir el explotar de la cabeza de una hormiga cuando la pisas sin premeditación al tambalearte, tal y como puedes no sentir que un avión de AirAlgo se acaba de estrellar en tus músculos trapecio y dorsal ancho. Otra cosa de la que no te percatas es el tiempo. Tu agonizar puede durar tres segundos, pero a ti pueden parecerte tres horas o tres dias o quizás al revés. De todas formas morir siempre resulta ser interesante como materia de reflexión un poco después. Nunca dejas de preguntarte de cuántas otras maneras podrías haber fallecido o quizás sido victimado. En todo caso, cuando llegas al rango de occiso, creo que guardas para siempre una rica experiencia dentro de ti, fuente recurrente de pensamientos afines y reflexiones al respecto. Y, dime. ¿Tu de qué moriste?
1 comentario:
Hasta hoy, de pena.
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bueno el post.
Abrazos,
K.
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