Quiero rosas a mi alrededor
y quiero sangre en las paredes de mi habitación.
Los pájaros cantan por la ventana
y yo vuelvo a probar los labios de mi amor.
En el espejo ya no se oculta el dolor
porque hoy luché tres veces
y al anochecer recobré a mi doncella.
Nunca más volveré a dejarte
porque hoy el poeta resucitó.
Veo un ángel; desde el cielo me preguntó
¿Qué hiciste hoy?
Hoy hallé la flor marchita
y en un prado de pasión al atardecer
recobró todo su esplendor.
Hoy hallé mi girasol.
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